Continuamente, inciden sobre la tierra núcleos atómicos, procedentes del espacio, con un gran rango de energías, algunas tan altas, que es posible que nunca se lleguen a alcanzar en un laboratorio en la Tierra. No solo su origen no es del todo conocido sino que tampoco lo son los mecanismos por los que alcanzan tan altas energías.
El estudio de los rayos cósmicos nos puede proporcionar información tanto acerca del universo que atraviesan, galaxias y vacíos intergalácticos, sino también del medio interplanetario, la actividad solar, la atmósfera y hasta volcanes y restos arqueológicos
En esta plática se hará un repaso sobre la naturaleza de los rayos cósmicos, los principales campos de estudio y de cómo pequeños detectores de muy alta resolución pueden ayudar a conocer mejor algunos de aquellos fenómenos. Un prototipo de detector instalado en la Univ. de Santiago de Compostela, en España, está arrojando ya resultados muy prometedores.